Intragrupo-Extragrupo, el fenómeno nosotros/ellos
Francisco Javier Larraín Sánchez
7 de Agosto de 2012
Una de las materias que se introduce
en Sociología, y luego desde la Psicología Social en el estudio de las
organizaciones es el de intragrupo y extragrupo. Es una materia normalmente
pasada en carreras asociadas a Administración, pero creo que puede resultar
interesante para aquellos que trabajan en empresas, además de resultar bastante
tranquilizador para quienes tienen experiencias en grandes empresas.
Un intragrupo (o grupo) es aquel que
se conforma en una empresa donde una persona pertenece y tiende a sentirse
cómoda y con algunas expresiones de personalidad (decoración menor es lo más
normal) donde se relaciona con otros cercanos que comparten la misma oficina o
departamento. Un extragrupo es uno al que no se pertenece y tampoco en realidad
se conoce mucho qué se hace, por lo que muchas veces el intragrupo toma
relación de hostilidad con el extragrupo.
Supongamos que usted está en Ventas
de una empresa, y sus compañeros de esa sección comparten ese lugar con usted; por
lo tanto su intragrupo es Ventas. Para completar el ejemplo imaginemos que en
otra ala, o piso, de las instalaciones está Adquisiciones, cuyo personal no se
topa mucho con el de Ventas, ése es el extragrupo. Pues bien, una serie de
fenómenos naturales hacen que la gente de su grupo (Ventas) tienda a encontrar
mejor su grupo que cualquier otro, promoviendo la cohesión social interna y
manteniendo cierto grado de conformidad con las labores.
Somos animales que tienden a
desconfiar de lo desconocido y atribuirle características negativas (imagine a
un perro ladrando en la oscuridad, ésa es la mejor analogía que como especie
mamífera nos calza). Los ricos tienden a vivir lejos de los pobres, se
segmentan las ciudades y finalmente no saben como viven esos otros. Lo mismo
pasa en la empresa: los componentes de Ventas no conocen las funciones que en
Adquisiciones y para justificar su propia producción tienden a decir que “somos
los únicos que trabajan en esta empresa”, aumentando el tamaño de las fallas y
fantaseando o fabulando sobre lo que debiera hacer o deja de hacer
Adquisiciones.
Por eso es que muchas veces en su
trabajo usted mismo mira con recelo a gente de otra sección; y tiende a ser
recíproco. Un jefe de personal debe cautelar que las presiones entre personal
no resientan las relaciones internas que aumentan los costos por formación
(nuevo personal que entra) y por disminución en la producción (o al menos, el
no llegar a la producción óptima).
El riesgo siempre, es que una
persona con una agenda propia, manejando las tensiones propias del
intragrupo/extragrupo vaya atentando contra las relaciones internas para
generar lo que en algunos círculos se conoce como “Ordo ab chaos”, u orden del
Caos.
Lo inicial es nunca perder de vista que el otro, del que desconoce
funciones y comportamiento personal, es una persona tal como usted. Siempre
tener en cuenta que encerrarnos en nosotros, dejando de ver al otro, no hace
más que en consecuencia, exponernos en soledad, o en mayor aislamiento, a un
mundo que ya es aciago. La población es más controlable cuando desconfía de los
otros, y tiene más potencial de creación y de mejorar la vida propia y ajena
cuando aprende a vivir colectivamente, mismo caso en la empresa; pero en
realidad eso sólo termina por destruir cimientos de relaciones que cuestan
construir.
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