martes, 2 de julio de 2013

Un contexto desesperanzante



Un contexto desesperanzante
Francisco Javier Larraín S.
27 de Junio de 2013

            Hemos visto en los noticiarios desalojos de colegios tomados por estudiantes. Desalojos que sin orden del alcalde (sostenedor), son normalmente ilegales si no hay Estado de Excepción Constitucional, la orden de desalojo fue expedida por un ministro con casi 600 exonerados cuestionados por quienes denunciaron el escándalo. Claro que se habla de restablecer el orden público, mezclando tomas con la delincuencia rampante de minorías en las manifestaciones.
            Se realiza el desalojo erradamente aludiendo a la Ley Electoral (que candidatos y el director del SerVel han demostrado no conocer en otras ocasiones). Hay que considerar que reorganizar una elección al Servicio Electoral, que ya ha demostrado ripios, podía resultarle nuevamente en vergüenza pública.
            Este fin de semana debutan elecciones primarias que se vienen pidiendo hace más de una década para que la población no tome distancia de los rostros del sistema en el que vivimos. Pero parece ser tarde, peligrosamente tarde.
            Durante décadas, se nos dijo que debíamos avanzar en “equilibrio y responsabilidad”, que el sistema Binominal y los Senadores Designados eran un resguardo para la democracia e institucionalidad: era una taradez porque se torcía la nariz de la voluntad popular generando distancia y restaba legitimidad del sistema. Pero, como siempre ocurre, propios y ajenos que eran favorecidos en este esquema defendían tal cosa insultando a la razón cuando lo explicaban.
            Así fue como tras décadas un esquema Ponzi es nuestro sistema privado de pensiones (subsidiado por el Estado), se precariza la salud pública para favorecer el sistema privado (subsidiado por el Estado), se despotencia la educación municipalizada para favorecer la subvencionada. Con “equilibrio y responsabilidad” llegó el Crédito Corfo, los afectados de ANDHA Chile, el CAE, el TAG, tarifas de luz y agua para “atraer la inversión” pero que siempre cojean cobrando caro, el Transantiago, y así con muchísimas cosas más. Dos grupos en teoría enfrentados, pero organizados para disfrutar de tanto “equilibrio y responsabilidad”, lo que callaban es que ese equilibrio y responsabilidad les favorecía en contra de la mayoría.
Vienen elecciones primarias presidenciales, con baja participación creciente, fuertemente desligadas del sentir general de la población pasando por sobre la voluntad mayoritaria presente en las tomas de colegios.
            Es preocupante, las personas que participan del movimiento extreman posiciones, con toda razón y de verdad, se radicalizarán. Esta semana la ministra de Educación está de vacaciones. Las personas moderadas perderán razones para buscar un camino institucionalizado. En Brasil llamaron a Asamblea Constituyente tras dos semanas de movilizaciones, en Chile se alimenta la rabia porque se acostumbra a invisibilizar y reprimir. Llaman al orden pero siembran violentas razones para la impaciencia, dolosa impostura.
            Ojalá no ocurra el surgimiento de respuestas radicalizadas de los oprimidos como la ETA bajo Franco u otros esquemas que son nefastos y en los que siempre pierde la población. Me preocupa mucho el que haya un grupo creciente de la población, que no tiene formación cívica o política que siente que el sistema debe ser acabado con todo medio. El abandono y represión del Estado, colegios, adultos y partidos de la juventud se está pagando caro.
            “Equilibrio y responsabilidad”, un esquema que hace que pocos vivan como en Noruega y más del 60% de la población como Angola. Eso fue todo lo que se pudo con el uso tramposo de esas palabras, que al hacerlas perder el sentido, nos exponen a épocas crudas.

La Prensa y La República

La Prensa y La República
Francisco Javier Larraín S.
19 de Junio de 2013

            Thomas Paine, formado en estrecheces, que sabía leer y escribir, junto con manejar muy básicamente la aritmética es para muchos otro de los “padres fundadores” de los Estados Unidos.
Vivió prácticamente en un momento de giros trascendentales en la definición de lo que sería considerado como un estado moderno real. Panfletero clandestino contra el Imperio Británico, más tarde fue quien escribió la Declaración de los Derechos del Hombre en 1791. Gustaba de los gobiernos no intrusivos en las libertades personales y en la no injerencia de la religión para cuestiones ciudadanas.
Lo importante en Paine fue definir el rol de la Prensa: libre de toda lealtad al gobierno, y también a toda injerencia privada que concentrara capitales. La prensa era para informar y dar voz. Para educar, potenciando a las masas en sus cualidades cívicas y para controlar a quienes gobernaran desde el Congreso, la Casa Blanca y las corporaciones para que no ejecutaran su poder en contra del pueblo. Por ello se financiaba desde el Estado a la prensa y protegerla así de dirección Política o Económica, por ser un contrapeso que otorgaba más fortaleza a la República al equilibrar los mecanismos de propaganda y de la censura: puesto que el derecho a prensa es individual que deriva en lo colectivo.
En Chile, en la conformación de la República, se entrega a otro panfletero anónimo de los pueblos oprimidos similar tarea: el Sacerdote José Camilo Henríquez. Padre Fundador de la República, perteneciente a un grupo religioso ferviente partidario de las ideas de la ilustración, no dudó en emplear su formación católica como una herramienta más de libertad antes que moralina continuadora de la opresión del Imperio Español.
Su proclama pseudónima tras integrar la Primera Junta Nacional de Gobierno dice: “La naturaleza nos hizo iguales, y solamente en fuerza de un pacto libre, espontánea y vo­luntariamente celebrado, puede otro hombre ejercer sobre nosotros una autoridad justa, legítima y razonable.” Con este texto (aún vigente), se comprende la urgencia de una nueva Constitución para la grandeza y cautela de la República, el orden institucional con asiento en Rousseau donde el poder político emana del pueblo, y sólo el pueblo es el que debe darse el orden constituyente y político que desee, por mucho que algunos afortunados desde el poder, o mercenarios intelectuales digan que es riesgoso. Construir Chile para Chile pasa por la Constitución, que no debe ser impuesta por fraude y opresión (1980) o pacto entre beneficiados (2005). Tenemos décadas de retraso.
Para cautelar esa Constitución desde su concepción se debe contar con prensa. La prensa sólo es tal en la difusión de mil miradas de la realidad, que escape del discurso habitual que desde los aparatos de difusión del poder establecido buscan mantener un orden de cosas en contra de la población. No hay libertad de opinión o expresión sin prensa libre. Bien lo sabían Paine y Camilo Henríquez.
Por esta razón, escribo en este medio que da cabida a un amplio espectro de ideas, noticias, opiniones y avisaje. Demuestra un trabajo donde no buscan el acomodo fácil presupuestario o facilismo de las editoriales y opiniones. Un medio que libera es el que informa, no el que adormece; es el que presenta sincera discordia, no el que engaña con opiniones únicas. Aún hay patria, y prensa, ciudadanos.

Sembradores de populismos



Sembradores de populismos
Francisco Javier Larraín S
 10 de Junio de 2013

Normalmente se atribuye al populismo un sentido peyorativo como la cuestión de gobernar con medidas populares que resienten la institucionalidad de una nación y que limitan el ánimo de mejora e impulso de los sectores menos favorecidos para el desarrollo, lo que resentiría a la sociedad completa, dicen los neopatricios, o aspirantes a ello. Parto diciendo que voy a hablar de esa perspectiva peyorativa (aunque no es la mía, en ciencias sociales el populismo no es en sí un problema).
Hace unas semanas atrás me sorprendió que se hiciera un foro sobre los riesgos del populismo en Iberoamérica precisamente organizado y participado por aquellos que siembran las condiciones para el populismo. Es un absurdo, pero considerando que amplia parte de los postulados en lo económico y social de estos personeros no pasan de ser pseudociencia era de esperar.
El caso es que uno se pregunta ¿Quién es el responsable del populismo? Es raro que la gente apunte a Chávez o a Cristina Fernández cuando son quienes lo emplean en contextos en los que se hizo viable, facilitando la agenda de éstos.
¿Acaso las condiciones de quiebre institucional, corrupción ramificada, abandono de la mayoría de la población de Venezuela las produjo Hugo Chávez desde antes de nacer incluso? Sólo capitalizó una opción cuando la vio. ¿Fue Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende quienes generaron el desorden institucional y malestar de los más desposeídos que votaron por ellos? En realidad no, sólo supieron trabajar frente a lo que había y perduraba, a pesar de los esfuerzos importantes del primero.
Ni Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera han sido populistas: los cinco creen que con ajustes menores a la institucionalidad vigente se solucionan problemas, a través de componendas que potencian las semillas de populismo, claro.
La génesis del populismo está en la falta de real autodeterminación de los pueblos (hoy limitada a relaciones de mercado), la segregación creciente de una clase contra otra, y el empeoramiento percibido de las condiciones en las que los derechos sociales (inclusive ratificados internacionalmente) se dejan de entregar.
Quienes se benefician del populismo no son quienes generan las condiciones para que ello ocurra. Son precisamente quienes se presentan como adalides de la lucha contra el mismo. Sea en la presencia de líderes de derechas, líderes de pseudoizquierdas acomodaticias que narcotizan la conciencia de la población que desea cambios, o quienes profitan del sistema más allá de cualquier bandera pero que cautela que el sistema se siga acomodando a ellos.
Un edificio que de tanto centrarse en un punto innatural termina por perder el equilibrio, y se fractura. El mantener ese esquema sólo hará más trágica la catástrofe. Quienes hoy aparecen defendiendo todo tipo de tropelías en contra de la población harán que cualquier caudillo que hable a nombre de ese pueblo tenga mayor facultad. Seguir planteando que las cosas en educación, vivienda, transportes, relaciones de consumo están bien, o sólo necesitan pequeños ajustes es precisamente sembrar el camino a los populismos. En países escandinavos se han hecho asambleas constituyentes sin clamores de crisis, acá siembran terror, porque temen la participación. Hacen tan fácil que surja un Chávez al que dicen temer, quizás haya que agradecérselos.

Del odio antijudío y el sionismo racista: entre Murdock y Saif



Del odio antijudío y el sionismo racista: entre Murdock y Saif
Francisco Javier Larraín S.
25 de Mayo de 2013

Por mis venas, además de la sangre vasca y española, corre sangre judía sefardita. Me repugnan los chistes de judíos, me violentan las teorías de conspiración con “malvados” judíos. El polémico chiste del muñeco Murdock es resulta viejo y malo. Pero en  muchos “bienpensantes” hay impostura.
La historia de las grandes tiranías se construye sobre la base del odio a una minoría o a un grupo al que se debe odiar mientras se generan instituciones que desarrollan un control social cada vez más opresivo que alimenta del miedo. En Chile no es con los judíos.
El pueblo judío obtenía identidad a partir de su religión, sus tradiciones y el acomodo al lugar en el que se residía. Se consideraba aberrante volver a Israel tras la diáspora para la mayoría de la población judía. El movimiento político y laico que exige un territorio para los judíos surge con Theodor Herzl en 1896, el lugar se decidía entre la Patagonia (Herzl la prefería) y Palestina. Dicen que el antisemitismo concluiría cuando los judíos llegaran a tener su estado nacional, se rechaza la idea de judaísmo en la diáspora. La idea de un estado moderno judío es muy reciente y no tiene nada de bíblico, aunque se aluda a ello con fines de propaganda.
Los líderes nazis pactaron con el sionismo: ambos postulaban la supremacía racial de sus pueblos en un “espacio vital”.  Para los nazis el corazón de Europa (con “invasiones preventivas”), para el sionismo en Palestina, llegaron a acuerdos importantes por la “pureza” de sus razas, como el Haavara de 1933 entre la Juventud Sionista Alemana, la Agencia Judía para Israel, y las autoridades económicas nazis.
Tras la creación del Estado de Israel quedó claro que la crueldad y salvajismo contra la población local se explican en la noción de supremacía racial. La reacción árabe fue lo que se necesitaba para justificar.
Se tildan los cuestionamientos como antisemitismo. Curiosamente, un investigador genetista judío en la Universidad de Oxford establece este año que palestinos y judíos europeos son más semitas que los israelíes. Además culpa a sus colegas sionistas de mentir y arreglar las investigaciones.
En 1975 el sionismo es declarado un tipo de racismo por la ONU, Israel exige derogar esta declaración para participar de la Conferencia de Madrid de 1991, su chantaje surtió efecto. La paz no llegó; USA era el “árbitro” y entre los “malvados” árabes y los israelíes obligados a defenderse no habría acuerdo. A las dirigencias palestina e israelí les convenía la situación (conservaban poder y mantenían apoyos): ambas elites ganaban con el mantenimiento de los miedos en contra de sus pueblos. Así hasta hoy.
En Chile nos escandalizamos de los horrendos chistes antijudíos pero olvidamos que un miembro de lobbies pro-sionistas desde el Estado y los medios de comunicación injuriaron y calumniaron a una persona morena y pakistaní por todo delito (hasta del caso bombas se le inculpó falsamente) promoviendo el odio racial. La Embajada se retractó del montaje al día siguiente, acá se siguió. Ahí el CNTV enmudeció, con el sionismo racista.
Somos un país que también ocupa el racismo contra los mapuches, “los huasos”, los negros y creamos “otros chilenos” con las minorías o desfavorecidos. Así se mantiene el orden que sufre la mayoría basado en el temor del “desorden” de tener a “esos otros”. Los grupos dirigentes, felices. Allá y acá.

Impostura, o de cómo desacralizar las instituciones



Impostura, o de cómo desacralizar las instituciones
Francisco Javier Larraín S.
21 de Mayo de 2013

Como me enseñó a hacer mi padre, oí la cuenta pública del Presidente, a apesar de la distancia. La oí por completo, remembrando lo que me decía cuando Pinochet, en su envanecimiento, ejecutaba la cuenta pública cada 11 de Septiembre: “debes ser capaz de oír, prestar atención y analizar, caso contrario te ganaron.”
No me voy a detener mucho en lo dicho, es poco serio analizar lo que se dice cuando mucho se miente (medias verdades son mentiras al completo, finalmente), tanto que llega a confundir los porcentajes de presentación de manera desprolija enredándose en las mentiras. Brutal cuando dijo que cometió errores, pero poniendo el mejor esfuerzo (Se esforzó en errar…), la boca siempre lo traiciona. Presentar Elige Vivir Sano como un programa de gobierno (es falso, de hecho es una fundación donde privados donan como a ninguna otra, descontando impuestos. Por meses se negaron a dar la información de su financiamiento) y un Postnatal de 6 meses (Contraloría dice que no se debe afirmar, puesto que son 3 en realidad) fue completa desvergüenza.
¿Qué fue lo que vi yo? Una operación de psicología social de manipulación de masas. En la caja idiota lo que se oía eran vítores a todo, incluso frente a la Ley de Pesca, transmitiendo la sensación que el Parlamento había perdido toda racionalidad estableciendo adicción al régimen. Para qué hablar del empleo de los mineros como pieza sensiblera, o de la apelación a la señora en varias ocasiones.  Se generó  una situación que manejó con el recurso emotivo, aludiendo a representaciones mentales de legitimidad, miedo y éxitos la cuenta pública que tuvo en la salida el actual presidente de Chile. Pero, el discurso fue el intento de legitimar un modelo en contra de la mayoría de la población, que le beneficia a él y sus amigos. Incluso, a pesar de apoyar el actuar de carabineros sin identificar en secuestrar, torturar y abusar sexualmente a menores exige rostro descubierto a manifestantes cuando son gaseados: fue la manipulación grosera de la idea de seguridad que se pide.
 Se dio gustos: llamó libertad al ánimo de lucro que hasta el Papa (cabeza de una autoridad con mucho tejado de vidrio en el tema) ha condenado la semana pasada. En su discurso siempre estuvo presente, de manera explícita o implícita, la visión de primacía de lo individual respecto de lo público… hace mucho he publicado que en filosofía política (el área que explica el actuar del presidente) eso tiene una nomenclatura jamás amable dentro de los clásicos. Cosa que aprovechó el diputado Hugo Gutiérrez: por primera vez, se le califica con un apelativo al presidente que, pudiendo ser emocionalmente fuerte, es analíticamente correcto.
Es un momento crudo para la institución de la Presidencia de la República: cuando un diputado o el embajador (de su misma alianza) Darío Paya se permite hacer calificaciones duras del presidente algo anda muy mal. Creo, sin embargo, que el acento no debe estar sobre quienes califican, puesto que el primer llamado a respetar la institución de la Presidencia es el propio Presidente, cosa que sólo ha operado en una estética kitsch.
Necesitamos, como pueblo, tener amor propio para merecer un presidente que vele por los intereses de la patria y no pierda el tiempo disimulando su beneficio o el de sus financistas. Un presidente que sepa y recuerde que ha sido mandado (mandatario) por el pueblo.