lunes, 1 de julio de 2013

Pierre Dubois, la Asamblea del Pueblo frente a la Jerarquía.



Pierre Dubois, la Asamblea del Pueblo frente a la Jerarquía.
Francisco Javier Larraín S.
3 de Octubre de 2012

            Hace unos días nos dejaba en este mundo el sacerdote Pierre Dubois, quien obró en Chile en un sector popular conocido como La Victoria. Oriundo de un pueblo en Francia, siempre ejerció entre los que menos tienen y los que más necesitaban de la palabra de Dios pero respondiendo a su vivir cargado de angustias y necesidades, entre la rabia de ser explotados y la represión por estar movilizados.
            Una vez instalada la tiranía militar los sacerdotes que estaban con su pueblo fueron carne y/o testigos de la fuerza de la ilegitimidad legalizada de las autoridades de la época. Pierre Dubois al no rendirse él a su rebaño al miedo que se buscaba sembrar fue tildado por los poderosos de la época como un signo de división. Tanto así, que el sector hoy en el gobierno le negó en primera instancia la nacionalidad por gracia.
            Dubois creía en que los pobres no tienen que pedir ayuda a los ricos o al Estado, si no que éstos debían retribuir el trabajo ajeno y la comodidad propia de mejor manera: de otro modo era un robo (la pobreza es violencia). No era una idea nueva: cuando la nobleza no entregaban parte de su riqueza al pueblo llano los sacerdotes negaban la Comunión en público por entender que estaban en pecado mortal manifiesto. Se fue relajando la Iglesia en materia de explotación del hombre por el hombre. Las condenas conjuntas desde la Doctrina Católica al Capitalismo (y al derivado comunista de éste) con los años son meros saludos a la bandera mientras se controlan acciones de empresas cuestionables desde la jerarquía, siendo la voz de la comunidad de Dios retrotraída a condiciones de épocas ocuras.
            No era la Iglesia dirigida por Juan Pablo II donde Pierre iría a estar más tranquilo: se expulsaba a sacerdotes con estas ideas y otras cercanas a la Teología de la Liberación (Cercanas a la doctrina clásica de la Iglesia) pero que se organizaba para la protección de la pederastia y corrupción. Ver al mismo Papa reprender personal y públicamente a Ernesto Cardenal en Nicaragua, pero recibir reiteradamente a Maciel Macías era muestra viva de lo que ocurría. Lo que se hizo con el Cardenal Silva Henríquez, recurriendo a un resquicio que casi no se ocupaba, para no incomodar a Pinochet no fue menor.
            Iglesia es la Asamblea del Pueblo de Dios, cuestión a la que apuntaba el Concilio Vaticano II. Entendido así por los Papas que lo hospedaron junto a cardenales y obispos participantes. Años después, Juan Pablo I quiso incluso profundizarlo, pero su sucesor excathedra rompió con esta visión. Se acentuó la Infalibilidad Papal, que en origen pertenecía al Emperador de Roma (él era cabeza política de la Iglesia), por ello se explica que se hablara contra el condón en países con un 80% de población afectada de SIDA. Sus ovejas estaban lejos de su preocupación, sólo para su servicio u obediencia. Era un personaje para los medios: escenificaciones con coreografías y discurso para el impacto comunicacional. Pierre Dubois era una persona para su pueblo y con un discurso que estaba arraigado en su realidad, no imponía, desnudaba la verdad
            Ver llegar a Pierre a la Catedral donde la Curia lo esperaba en escaso número es sólo una expresión de la sintomatología que tiene la Iglesia Católica alejada de su pueblo, ese que lleva su féretro para reconocer al verdadero Pastor, el que cuida de sus ovejas poniéndose en segundo plano. Son para él mis respetos y reconocimiento, un sacerdote de la Iglesia en la que creo, aún.

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