martes, 2 de julio de 2013

Error de lógica, en educación es complejo (y caro)



Error de lógica, en educación es complejo (y caro)
Francisco Javier Larraín S.
11 de Abril de 2013

            Hace poco, en la discusión por la presidenciales hay quienes fundamentan ciertas posturas en el financiamiento educacional con gruesos fallos de lógica formal y de buen sentido. Una cuestión no menor en un contexto álgido y que trae al recuerdo la campaña del actual presidente que buscaba una educación gratuita y pagada por el Estado.
            Cuando se dice “no es justo que la educación sea gratuita para quien pueda pagarla” se lanza una falacia ad-pópulum, que sirve para enganchar a la gente incauta pero que en realidad no tiene sentido; finalmente, porque se dice “no es justo que los pobres paguen la educación de los ricos”, es decir, es culpa de que haya pobres que no exista la educación gratuita. Es un pésimo argumento.
            Luego, hay un tema no menor en la discusión de la gratuidad en educación: la generación de una burbuja financiera. Cuando se entrega, con garantía del Estado, un crédito a quienes en principio no tienen como pagar (las deserciones y una alta tasa de trabajo en lo que no se estudia, subcontratación y precarización del empleo) no es la cautela de los mejores intereses de la nación, más bien es la generación de más deuda con la que se puede tener cautiva a la población por el miedo y la necesidad.
La “desregulación” de la educación, en donde se suben los aranceles sin motivo aparente o razonable en lo comparativo hacia la calidad (casi como un tanteo especulativo) y donde se busca, además, el crecimiento exponencial para hacer atractivo el esquema a más participantes a través de una tasa de interés. De hecho, ese 2% de interés que el Estado, en la propuesta del ejecutivo, debiese pagar no es menor al largo plazo donde se asume la deuda individual. La pregunta es ¿Por qué el Estado no puede pagar de inmediato por el servicio educacional y debe remitirse a asumir una deuda que más adelante no podrá pagar, tal cual los estudiantes en su mayoría?
De sobra está decir lo pervasivo que ha resultado este esquema de burbuja financiera para actores con pretendidas credenciales académicas pero que no exceden las del operador financiero al entender la calidad como una cuestión de servicios, más que como el desarrollo de todas las potencialidades individuales.
Las propuestas del Banco Mundial son justamente el entregar una “muestra” de la educación y luego bancarizar la educación secundaria y terciaria. Misma propuesta que han hecho para el Transporte. En Chile, esas propuestas sólo han conducido a la generación de una deuda odiosa que no hay cómo pagar. Nadie honesto le diría a alguien que pague en 72 cuotas algo que en una, con mucho menos interés podría pagar en primera instancia sin necesidad de precarizar en adelante la capacidad de comer, inclusive: ése es el predicamento al que nos vemos expuesto. Cuando la “solución” de la gente es concentrar la propiedad y bancarizar el servicio, desconfíe. Son como narcotraficantes, le aseguran una “primera probada” pero en realidad no lo perciben como un productor de dinero, independiente de su sufrimiento.
El problema de la Educación es serio, y el Estado queda, con mucho, menos precarizado si asegura la gratuitad antes que ser defraudado en “soluciones” que no corresponde a los intereses que los gobernantes han jurado defender y respetar.
Esperemos entonces, una dosis menor de impostura, por el bien del futuro del país.

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