lunes, 1 de julio de 2013

Y se nos viene la Primavera



Y se nos viene la Primavera
Francisco Javier Larraín Sánchez
13 de Septiembre de 2011


            Estos días la temperatura ha comenzado a agredir menos las articulaciones y espalda de los ciudadanos de la Región. Continuamente el ambiente del 18 irá plagando cada espacio de la ciudad para que nos sintamos parte de algo, iremos borrando algunas divisiones pretendiendo que esta es una fecha que convoca a reunión. Yo me refugiaré en mi familia y me elevaré en la sonrisa de mis hijas (los volantines nunca se me dieron).
            La ciudad que me acoge laboralmente cobra nuevos colores y luces, seguramente incluso algo de alegría y optimismo comenzará a desbordar e inundar el ambiente. Yo mismo me encontraré contento compartiendo comidas de dudosa integridad nutricional, como miles.
            Disfrutaré de eso que nos da la vida y que colma el espíritu: la realidad más simple de las cosas que sí valen la pena. Si el lucro garantizara la calidad de lo que se recibe  frutas, verduras y hortalizas no serían mejores en ferias y verdulerías. Y comparaciones así nos sobran, la impostura de lo contrario es simple propaganda, y un insulto a la inteligencia.
            Disfrutaré deseando para mi pueblo lo mismo, hemos sido bastante golpeados por tragedias las últimas semanas. Un 18 que sea catártico, un 18 para dejar ir el invierno e invitar al florecimiento de nuevas cosas; dejar nuestra organización socioeducativa por una moderna, lejos del neofeudalismo del que hoy se disfruta por quienes de este orden se profitan. Un 18 que marque el comienzo de una época para la Patria, donde todos sus hijos puedan beneficiarse de las oportunidades que prodiga. Un 18 para dejar atrás la esclavitud de quienes deben cuidar un puesto de trabajo para apenas subsistir. Fiestas Patrias, que sean fiestas y que sean para los hijos de la Patria.
            Un aniversario nacional que sirva para unirnos por algo más que el orgullo vano de una bandera cuando no se la merece. Para enorgullecernos hoy de la bandera, la Patria debe aparecer. La Patria es una madre que se adora, que prodiga y por la que se debe trabajar y entregar lo mejor de cada uno. En la medida que esa Patria exista, poco a poco se verán los frutos; no tiene sentido pensar que la gente hoy no da lo mejor de sí y por eso se debe mantener el orden de cosas: para tener los frutos de un árbol primero ha de plantarse y alimentarlo.
            Los mejores frutos de la Patria hoy están segregados, algunos mejor nutridos de ideas y de capacidades, la gran mayoría está sin alimento, abandonado a sus inviernos y expuestos a los hielos crediticios.
            Por cada persona que deja de estudiar, o que debe endeudarse sin certidumbre de sus talentos ni futuros empleos y calidad de éstos, es el país el que pierde. Es el país el que no recibirá los mejores frutos de cada hijo de esta tierra.
Es el país el que se pierde el desarrollo cada día que pasa cuando no hacemos nuestro el bien para el país. No se mejora si se cree que es mejor potenciar la segregación a través del crédito y evaluaciones de calidad centradas en cualquier cosa menos que el niño aprenda (memorizar para el SIMCE es trampa) o que el estudiante de educación superior también (desertar estropea el negocio, bajan las exigencias).
Felices Fiestas, construyamos una Patria para todos.

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