No perderán el año
Francisco Javier Larraín
26 de Julio de 2011 (Censurada)
A finales del año pasado, desde los
liceos de nuestro país, egresaron cerca de trescientas mil personas que en una
gran parte ingresaron a establecimientos de Educación Superior. Todos los años los establecimientos de
Educación Superior realizan decisiones de inversión sobre cómo recibir a los
nuevos estudiantes, que crecen en una tasa aproximada de un 6% (una duplicación
del total pasando los 11 años). Actualmente hay cerca de un millón de chilenos en
Educación Superior.
Pues bien, eso significa que de dar
por perdido el año escolar implicará pérdidas monstruosas a entidades que en
muchos casos se han endeudado. Baste decir que el tercer rubro donde más se
gasta en publicidad es el de la Educación Superior, eso es un buen indicador
del negocio que está siendo afectado. Sólo basta con ver cómo se entregan
revistas de papel elegante con publicidad que pagarán los matriculados con
fotos de estudiantado con casting, mucho estudio de disposición de colores,
pero ni huella de cómo se le paga a los docentes como mínimo mecanismo de
aseguramiento de su calidad.
¿Se imaginan a directorios completos
de universidades privadas, sobre un 80% parte de los partidos de gobierno
recibiendo de buen tono la noticia que no tendrán el crecimiento de su negocio?
Yo no, personalmente veo que es bastante improbable que ocurra.
Incluso con las movilizaciones que
alegaban fraude en Irán, no se perdió el año escolar. Lo mismo en Venezuela.
Ambos movimientos con el gentil auspicio de celulares con software de la Armada
de Estados Unidos, pura espontaneidad (para traer la democracia, como en Irak y
Afganistán, claro).
Sólo en Estados Unidos, para
mantener la discriminación contra la población negra, el Gobierno Federal dio
por perdido el año escolar. Exactamente eso también logra nuestro sistema:
mantener segregada a la población en virtud de la educación recibida. Es el
único ejemplo de año escolar perdido en el mundo, para mantener el apartheid,
del ’58 al ‘59.
No sólo eso, cuando egresen los
alumnos de octavo, en primero medio se verían con las salas de clases
rebosantes: no existe en Chile capacidad instalada para tener tantos
estudiantes de Enseñanza Media. Ni hablar de cómo eso radicalizaría el
movimiento, es precisamente lo que no se quiere por parte de las autoridades,
se dispararían en los pies con eso.
Quizá los estudiantes movilizados de
Educación Superior enfrenten un panorama menos alentador, aun así, lo que
pueden ganar, frente a un endeudamiento casi vitalicio, vale la pena.
Junto con ello, dar por perdido el
año escolar, es regalar más fuerza a un movimiento que no tiene nada que
perder, y mucho que ganar.
Dar por perdido el año escolar, es
dañar a los mismos que se busca proteger al no escuchar las demandas de quienes
no quieren estar sometidos a una industria que les hará deudores sin trabajo
seguro ni decente, en caso de hallarlo. El no asumir esa deuda de esclavitud es
lo mejor que les puede pasar a los secundarios si les cancelan el año escolar,
repetir un año de clases, versus deber un tercio del sueldo por más de diez
años económicamente no es difícil.
No, no creo que pierdan el año.
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