lunes, 1 de julio de 2013

No perderán el año (Censurada)



No perderán el año
Francisco Javier Larraín
26 de Julio de 2011 (Censurada)

            A finales del año pasado, desde los liceos de nuestro país, egresaron cerca de trescientas mil personas que en una gran parte ingresaron a establecimientos de Educación Superior.         Todos los años los establecimientos de Educación Superior realizan decisiones de inversión sobre cómo recibir a los nuevos estudiantes, que crecen en una tasa aproximada de un 6% (una duplicación del total pasando los 11 años). Actualmente hay cerca de un millón de chilenos en Educación Superior.
            Pues bien, eso significa que de dar por perdido el año escolar implicará pérdidas monstruosas a entidades que en muchos casos se han endeudado. Baste decir que el tercer rubro donde más se gasta en publicidad es el de la Educación Superior, eso es un buen indicador del negocio que está siendo afectado. Sólo basta con ver cómo se entregan revistas de papel elegante con publicidad que pagarán los matriculados con fotos de estudiantado con casting, mucho estudio de disposición de colores, pero ni huella de cómo se le paga a los docentes como mínimo mecanismo de aseguramiento de su calidad.
            ¿Se imaginan a directorios completos de universidades privadas, sobre un 80% parte de los partidos de gobierno recibiendo de buen tono la noticia que no tendrán el crecimiento de su negocio? Yo no, personalmente veo que es bastante improbable que ocurra.
            Incluso con las movilizaciones que alegaban fraude en Irán, no se perdió el año escolar. Lo mismo en Venezuela. Ambos movimientos con el gentil auspicio de celulares con software de la Armada de Estados Unidos, pura espontaneidad (para traer la democracia, como en Irak y Afganistán, claro).
            Sólo en Estados Unidos, para mantener la discriminación contra la población negra, el Gobierno Federal dio por perdido el año escolar. Exactamente eso también logra nuestro sistema: mantener segregada a la población en virtud de la educación recibida. Es el único ejemplo de año escolar perdido en el mundo, para mantener el apartheid, del ’58 al ‘59.
            No sólo eso, cuando egresen los alumnos de octavo, en primero medio se verían con las salas de clases rebosantes: no existe en Chile capacidad instalada para tener tantos estudiantes de Enseñanza Media. Ni hablar de cómo eso radicalizaría el movimiento, es precisamente lo que no se quiere por parte de las autoridades, se dispararían en los pies con eso.
            Quizá los estudiantes movilizados de Educación Superior enfrenten un panorama menos alentador, aun así, lo que pueden ganar, frente a un endeudamiento casi vitalicio, vale la pena.
            Junto con ello, dar por perdido el año escolar, es regalar más fuerza a un movimiento que no tiene nada que perder, y mucho que ganar.
            Dar por perdido el año escolar, es dañar a los mismos que se busca proteger al no escuchar las demandas de quienes no quieren estar sometidos a una industria que les hará deudores sin trabajo seguro ni decente, en caso de hallarlo. El no asumir esa deuda de esclavitud es lo mejor que les puede pasar a los secundarios si les cancelan el año escolar, repetir un año de clases, versus deber un tercio del sueldo por más de diez años económicamente no es difícil.
            No, no creo que pierdan el año.

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